¿Y si necesito ir al dentista urgentemente?

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A nadie le gusta ir al dentista, eso es un hecho. Y no solo porque resulte doloroso o incómodo tener que realizarse un empaste, una reconstrucción o una endodoncia. Sino porque a la hora de pagar la factura es todavía más doloroso abonarla.

Pero si duele una muela o se rompe un empaste no queda más remedio que ir urgentemente a arreglar el problema si no se quiere acabar perdiendo la pieza y, además sufrir bastantes molestias. ¿Qué sucede si cuándo esto ocurre no tenemos el dinero para poder acudir al dentista?

Solicita un crédito rápido

En estos casos, quedan dos caminos. Uno de ellos es echar mano de la tarjeta de crédito. El otro, solicitar un microcrédito a una financiera. La tarjeta de crédito es para la mayoría la última opción, porque supone pagar altísimos intereses. Y a poco que uno se despiste, se acaba pagando la factura del dentista durante más de un año y termina por costar el doble.

Las tarjetas de crédito se convierten con frecuencia en un arma de doble filo porque sacan del apuro en el momento y prometen cuotas muy bajas. Pero el problema es que los intereses son tan altos que al final acaban convirtiéndose en un problema para la economía familiar.

Queda la opción de los microcréditos. Estos créditos rápidos están pensados precisamente para este tipo de problemas. Se gestionan en diez minutos aproximadamente y no hacen falta avales. El dinero se devuelve en un plazo de tiempo corto, ya que no se trata de cantidades altas.

Esto hace que todo sea muy sencillo, que no haya ataduras a largo plazo y que se pueda salir del problema sin crear uno nuevo a la economía del hogar. Incluso se pueden conseguir microcréditos sin intereses en promociones de bienvenida, lo que hace que no se gaste ni un euro a mayores.

¿Y si estoy en una lista de morosos?

La opción de la tarjeta de crédito no está al alcance de todo el mundo. No lo está, por ejemplo, para aquellos que están en una de las conocidas como listas de morosos. Son listas en las que están personas que deben dinero a una financiera o que se han retrasado en sus pagos.

Pero no todas las financieras exigen estar fuera de estas listas. Pueden gestionarse préstamos con ASNEF o RAI siempre que se cumplan algunos requisitos que pueden exigir a cambio estas empresas.