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CC OO emitió un comunicado poniendo en cuestión la seguridad del centro y reclamó más medidas de prevención, mencionando incluso detectores de metales. La investigación deberá determinar cómo obtuvo el arma la agresora y si la trajo del exterior. Pero los expertos no creen que su régimen sea el problema. La práctica de asignar un trato personalizado a cada paciente es un “logro moderno”, explica el exdirector de la clínica privada Padre Menni de Pamplona, Manuel Martín. De los 1,06 millones de personas con una enfermedad mental crónica en España (trastorno bipolar, esquizofrenia o, sobre todo, depresión), los internos son una reducida minoría, según los expertos.
La funcionaria inform adems que actualmente la Direccin cuenta con un Socio pedagogo, una Psicloga Social, y un Mdico Generalista; pero adelant que se irn sumando nuevos profesionales a partir de la fecha.
Cada clínica suele dividirse en varias unidades de especialidad —la sección de enfermos agudos siempre tendrá más medidas de seguridad— y, dependiendo del grado de enfermedad del paciente, varían las condiciones. Un trabajador sanitario en un centro psiquiátrico público no tiene más —ni menos— derechos que uno de la planta de pediatría. En el caso de las trabajadoras embarazadas, algunas obtienen bajas más largas, pero esto también varía por comunidad, explica Irene Álvarez Bonilla, secretaria de Salud Laboral de la Federación de Sanidad de CC OO. En algunos centros privados pueden darse de baja casi inmediatamente.
Según información del Salme, cada semana se manejan de dos a cinco casos de niños o adolescentes que requieren hospitalización, pero al no contar con un lugar adecuado, se derivan al Hospital Civil.
Para ingresar a un paciente se necesita el consentimiento informado (del enfermo o del tutor) o una orden judicial. La práctica generalizada es separarlos en unidades según su gravedad, con distintos grados de libertad. En su centro hay una sección de enfermos agudos, donde pasan alrededor de 20 días internos; las zonas de media estancia, seis meses con un régimen más abierto; “plantas de rehabilitación”, donde pueden residir hasta dos años, y los pisos comunitarios donde la estancia puede ser indefinida.