La “Afluenza” no aparece como enfermedad reconocida en el manual de diagnosis de la Asociación Americana de Psiquiatría y lo poco que se ha escrito sobre este transtorno se encuentra en documentos no académicos, por lo que numerosos profesionales han mostrado sus escepticismo a raíz del caso de Couch.
No es una mera cuestión de equidad. Tomar en consideración si el paciente es hombre o mujer significa mejorar los diagnósticos y tratamientos y, en consecuencia, la salud y bienestar de la población, en especial de la femenina. Y que las pacientes sepan cuáles son las dolencias que más sufren y sus riesgos contribuirá a prevenirlas; igual que conocer que su organismo no siempre responde como los manuales clásicos de medicina puede ser útil para entender por qué a veces el médico no parece atender a sus malestares o los atribuye a cuestiones psicológicas, y por eso necesitan insistir más.
Infartos de miocardioLos síntomas previos al infarto de miocardio son diferentes en las mujeres. El dolor en la parte anterior del pecho no es tan intenso y es más errático: a veces se expresa como dolor de estómago, de la mandíbula o del cuello.
Pero más allá de genes y hormonas, las desigualdades de salud entre hombres y mujeres tienen mucho que ver con cuestiones de índole social. Santiago Palacios pone dos ejemplos muy gráficos: “Una señora que está triste va al médico y lo expresa bien, y le diagnostican una depresión; un hombre que está decaído igual se toma dos copas y enfoca sus problemas por otros derroteros; los hijos van a comer a casa de los padres y si a la madre se le ha olvidado un ingrediente del plato principal se cuestionan si estará perdiendo la memoria, pero no reparan en la salud mental del padre que está callado en una esquina de la mesa sin participar en nada; ¿quiere eso decir que las mujeres sufren más depresiones o problemas neurológicos o que la percepción de la enfermedad es diferente en ellas que en los hombres?”. Añade que también hay patologías muy relacionadas con el estilo de vida y los condicionantes sociales: “La sensación de agresividad que tiene la mujer en el trabajo y el estrés que comporta, sumado al estrés de compaginarlo con las tareas domésticas y familiares, tiene mucho que ver con los dolores de cabeza, el estreñimiento o la gastritis” y otras dolencias que padecen más.
Algunos analistas subrayan la ironía de que Couch, un niño que supuestamente sufre algún tipo de trastorno por no haber recibido nunca castigos de sus padres, vuelva en esta ocasión a tener un trato menos duro del que otros adolescentes han tenido por parte de la justicia en sus mismas circunstancias.
Infartos cerebralesA partir de la menopausia las mujeres son tan vulnerables como los hombres a las enfermedades cardiovasculares, aunque sus problemas de arterioesclerosis se localizan más en el entorno del cerebro y por eso sufren más infartos cerebrales.