“La sensación de esperanza que acompaña la fe hace que las personas puedan salir más rápidamente de su depresión o tristeza”, dijo en aquel entonces Patricia Murphy, coordinadora del estudio.
El factor tiempo es un elemento que es necesario tomar en cuenta, ya que nos indica el modo con el que nos relacionamos con nuestras distintas esferas emocionales, además de que nos revela cuánto de este tesoro estamos dispuestos a dar.
Sin importar la religión, espiritualidad o la creencia que profesen, las personas que tienen fe en un ser superior son menos propensas a deprimirse, y, si llegan a tener episodios de depresión o tristeza profunda, salen adelante más rápidamente que las personas que no tienen esa visión de vida.
“La espiritualidad te ayuda en en salud mental, porque si se vive a conciencia, te llena de valores como amor, perdón, agradecimiento, esperanza, paz, fortaleza. Te ayuda a ser más sano emocionalmente. También te da más salud interpersonal, porque, si realmente se vive eso, la persona está mejor consigo misma, pero también tendrá mayor tolerancia, respeto y amor a los demás, con lo que la salud de una familia o grupo social mejora”, añadió la especialista.
La romería por la Virgen de los Ángeles que se realiza con ocasión de cada 2 de agosto hacia la ciudad de Cartago, es solo una de esas manifestaciones o ejemplos desde la tradición católica.
Esta práctica funciona como un aviso para el cerebro y el cuerpo, mandando una señal de que ya es tiempo de descansar, dice, por su parte, el médico general Rubén Rodríguez.