El alimento de un bebé durante sus primeros meses se limita básicamente a la leche materna o en su defecto, a la leche artificial. Es normalmente a partir del sexto mes de vida cuando se comienza a proporcionar alimentos a los pequeños en forma de papilla o con trozos para complementar la lactancia y comenzar así a probar nuevos sabores y texturas, estimulando el masticado y el desarrollo del bebé.
Es importante seguir las recomendaciones nutricionales para cada etapa que los pediatras facilitan, con el tipo de alimentación para bebés adecuado en todo momento con el fin de que su desarrollo sea perfecto.
Recomendaciones a la hora de dar de comer a un bebé
Introducir alimentos en su dieta de forma progresiva
Lo más habitual para comenzar a combinar las leches infantiles son las papillas de cereales debido a su alto contenido nutritivo y fácil digestión para el bebé. Paulatinamente será recomendable ir añadiendo diferentes tipos de alimentos para comprobar su aceptación y descartar la aparición de alergias o intolerancias.
Es una buena idea ir mezclando los alimentos que más le gusten con diferentes ingredientes y complementos para que coma de todos los grupos alimenticios y reciba una dieta variada y equilibrada.
Ser pacientes a la hora de la comida
Es normal que los bebés en sus comienzos den problemas a la hora de sentarse a comer, mancharse, tirar comida… Es parte de su aprendizaje y lo más importante en estos casos es que acabe tomando una cantidad suficiente y variada de alimento, sin importar si lo hace lentamente o de forma desorganizada.
La paciencia juega un papel clave en los padres ya que es conveniente crear un clima tranquilo y alegre durante la comida con el fin de que el peque se sienta cómodo y pueda comer cómodamente.
Ofrecerles accesorios a su medida
Con el fin de proporcionarles un cuidado y equipamiento especial para todas las fases de su día a día, los accesorios para bebés facilitan su aprendizaje y la ingesta de alimentos de forma segura. Estos prácticos accesorios facilitan la vida a padres e hijos y evitan accidentes y problemas en casa por la utilización de objetos no adaptados a los más pequeños.
Aprovechar sus momentos de energía para darles de comer
Es recomendable que los bebés se encuentren bien despiertos en el momento en que les toca comer. Si están somnolientos o cansados puede afectar notablemente a que su ingesta sea insuficiente o no quieran comer, por ello en sus fases del día más enérgicas tendrán más ganas de alimentarse y completar una buena comida.
Y tú, ¿qué rutina sigues para alimentar a los príncipes y princesas de tu casa?