Las encías retraídas se producen cuando hay una recesión gingival o lo que es lo mismo, debilitamiento del tejido que cubre el diente. En casos extremos, la raíz del diente puede quedar expuesta, causando mucho dolor y sensibilidad.
Cuando sufrimos de molestias en las encías o nos sangran demasiado, suele ser una alarma de problemas relacionadas con la salud bucal. La higiene es el tratamiento más recomendado para prevenir estas enfermedades, pero en el caso de las encías retraídas, puede ser causado por un exceso de cepillado o cepillado de forma incorrecta.
Ante los primeros síntomas, la mejor solución es acudir al médico especialista, así como cambiar el método de limpieza utilizando un cepillo nuevo con cerdas blandas y un dentífrico especialmente indicado para encías sensibles.
Cómo evitar la recesión de las encías
Lo más importante para evitar sufrir encías retraídas es la higiene bucal. La acumulación de placa bacteriana o sarro es una de las principales causas de esta afección. Cepillarse al menos 3 ó 4 veces al día, utilizar enjuagues e hilo dental y realizar limpiezas cada cierto tiempo, es fundamental para mantener la buena salud bucal.
Cepillado agresivo
Un cepillado agresivo o utilizar cepillos con cerdas demasiado duras, puede llevarnos hacia la abrasión de las encías. La falta de tiempo hace que en muchas ocasiones nos cepillemos mal los dientes o lo hagamos apretando demasiado hacia los dientes, aumentando las probabilidades de desgaste y recesión.
Bruxismo
Del mismo modo, el bruxismo (rechinar los dientes o apretarlos demasiado) hace que las encías tiendan a retroceder progresivamente. Si este es tu caso, existen tratamientos indicados para poner fin al problema.
¿Pueden regenerarse las encías de forma natural?
La respuesta es no.
Las encías retraídas en un fenómeno irreversible de forma natural, lo que significa que una vez el tejido gingival comienza a desaparecer, no es posible que vuelva a crecer.
El único tratamiento recomendable es la colocación de un injerto de tejido blando obtenido de la boca del propio paciente. Se trata de una operación rápida, bastante tradicional, donde el afectado no recibe más de dos o tres puntos de sutura por zona.
Acude a un profesional en odontología para determinar si sufres de encías retraídas, si aun estas a tiempo de evitarlo o si necesitas otros tratamientos puntuales.