En esos momentos, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se encontraba dentro de la Casa Blanca tras anunciar en directo a la nación medidas ejecutivas en materia migratoria, y centenares de personas se concentraban en las inmediaciones velando por los 43 estudiantes desaparecidos en México.
Minutos antes del discurso del mandatario, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, volvió a arremeter con la discrecionalidad de la decisión de Obama, a quien acusó de comportarse como “un emperador o un rey”.
“Para aquellos miembros del Congreso que cuestionan mi autoridad para hacer que nuestro sistema de inmigración funcione mejor, o cuestionan mi capacidad de actuar donde el Congreso ha fallado, tengo una respuesta: aprobad una ley”, insistió el presidente.
Durante sus dos años de mandato, el político conservador, de 60 año, ha conseguido mantener unos niveles de popularidad muy altos, en lo que se considera un periodo de gran estabilidad para los estándares de la política japonesa.
Obama evitará así que unos cinco millones de indocumentados vuelvan a la fuerza a sus países de origen durante los próximos tres años, y priorizará el regreso de aquellos que tengan antecedentes criminales o hayan llegado a Estados Unidos recientemente.
El político conservador volvió hoy a decir que estas elecciones son “una oportunidad” para que los japoneses refrenden sus políticas económicas, conocidas popularmente como “Abenomics”, y que pretenden reactivar la economía de Japón mediante agresivos estímulos monetarios y un gigantesco gasto público.