Según Mauricio Céspedes, Director Ejecutivo de INTECO, para esto, se desarrolló un documento llamado “ProNutri”, el cual establece los requisitos que las entidades relacionadas con la nutrición, deberán cumplir para optar por certificar sus servicios en calidad y seguridad, lo que conllevará a mejorar la calidad de vida de los usuarios.
Realizar actividad física frecuente y regularmente, mantener un peso razonable, alimentarse adecuadamente, son acciones positivas de un estilo de vida saludable. Por el contrario, el sedentarismo, la obesidad, el tabaquismo, el excesivo consumo de alcohol y de alimentos ricos en grasas y azúcares, son algunos comportamientos que deterioran la calidad de vida y la salud. La adopción de un hábito saludable frecuentemente contribuye a incorporar otros que también lo son. Del mismo modo, es común que los hábitos perjudiciales no se practiquen aisladamente sino que sean parte de un estilo de vida no saludable.
La alimentación diaria de los argentinos es poco variada, monótona y depende de algunos productos básicos como trigo, carne vacuna, aceite de girasol y papa, dejando a un lado las recomendaciones de los especialistas de una dieta “saludable”.
Agregó que “los problemas de salud actuales, que generan la mayor cantidad de muertes, son las enfermedades crónicas no transmisibles, las cuales se pueden prevenir en más de un 90%, estableciendo programas de promoción de salud y el bienestar”.
Para hoy está prevista la realización de 17 talleres que se desarrollarán de 8 de la mañana a 2 de la tarde en la Universidad Mesoamericana de San Agustín (UMSA), campus Reforma.
El programa científico incluyó diferentes centros de interés temáticos mediante conferencias, simposios y paneles de discusión, con la participación de disertantes extranjeros. También hubo un espacio para que cada investigador pueda presentar los resultados de sus trabajos mediante sesiones de posters o presentaciones orales.