“La idea surgi en febrero de 2001. El detonante fue una clase. Estaba explicando la distribucin de los fotorreceptores retinianos. Les deca a los alumnos que en la fvea, la parte central de la retina, la que me permite realmente diferenciar la letra o de la letra a, no hay receptores sensibles al azul. En toda la retina, que es parte del sistema nervioso central, hay casi seis millones de receptores, cinco millones aproximadamente son para el rojo y el verde y slo medio para el azul. Y, encima, en la parte ms importante, la fvea, no hay ninguno. Entonces, me pregunt: cmo es posible? Y me dije, pues si no estn, es porque no tienen que estar”.
Segn explica, los protectores que ha desarrollado y que tienen cierta coloracin amarillenta permiten reducir la radiacin daina sin que esto tenga repercusin en la percepcin del color. En funcin de la edad, el tiempo de exposicin y la distancia, “se puede elegir entre varias opciones”, aclara.
Una sociedad “regulada” no implica “que haya perdido sus libertades”, sino que “avanza en un entendimiento de generar normativas para que su población sea más sana, esté más incluida y logre más equidad”, afirmó.
Y, una vez obtenido el desarrollo de las lentes, lo siguiente fue probar su hiptesis en distintos ensayos clnicos. Primero, en animales y, luego, tras los buenos resultados, tambin en humanos.
“Estamos todos vinculados por el aire que nos rodea. Debemos considerar la contaminación del aire ambiente como un problema serio de salud a nivel mundial e instar a los gobiernos a que creen una legislación adaptada, en particular para proteger a los niños”, dijo la directora científica de la Unión Paula Fujiwara.
El ojo humano no est preparado para ver a distancia cercana durante mucho tiempo y mucho menos si se trata de un dispositivo que emite luz, como hacen smartphones, tabletas y videoconsolas porttiles, seala Snchez-Ramos.