Sin duda sería bastante más justa la segunda opción, la que supone la deducción en cuota del 15% para las primas de seguros de salud, ya que podría beneficiar a todo el que suscriba un seguro, algo que de alguna forma ya han puesto en práctica alguna comunidad autónoma.
Pero en el Foro, además de la presidenta de Unespa, hubo muchas más intervenciones, entre ellas la de Javier Murillo que fue el encargado de la apertura por su doble condición de consejero director general de SegurCaixa Adeslas y de presidente del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), el gran lobby de la sanidad privada. Murillo recordó la función social y solidaria del seguro de salud en el marco de un sistema sanitario que sigue sufriendo recortes, pese a los cambios en la tendencia económica. También destacó el injusto tratamiento que recibe el sector, pese a su importante contribución a la sostenibilidad del sistema, ya que las personas que tiene un seguro de salud privado liberan recursos del sistema sanitario público.
Sin duda sería bastante más justa la segunda opción, la que supone la deducción en cuota del 15% para las primas de seguros de salud, ya que podría beneficiar a todo el que suscriba un seguro, algo que de alguna forma ya han puesto en práctica alguna comunidad autónoma.
Sobre la primera opción, la presidenta de Unespa recuerda que en la vigente ley del impuesto sobre la renta de las personas físicas los seguros de enfermedad tienen una sola medida fiscal que los incentiva y es que no se considera como retribución en especie las primas satisfechas por las empresas a favor de sus trabajadores y familiares directos (trabajador, cónyuge y descendientes), siempre que no superen los 500 euros anuales por asegurado. También considera como gasto deducible de los rendimientos netos en estimación directa las primas de seguro de enfermedad satisfechas por los autónomos o empresarios individuales correspondientes a su propia cobertura y a la de su cónyuge e hijos menores de veinticinco años que convivan con él, con el mismo límite de 500 euros.
De todas maneras, la presidenta de la patronal aseguradora considera que cualquiera de estas dos medidas tiene una gran ventaja sobre las que se puedan aplicar al ahorro y que ella misma pidió hace un par de semanas, que no es otra que, en el caso de los seguros de Salud, el beneficio para el Estado es inmediato, ya que cuando un Estado concede ventajas fiscales al ahorro-previsión de jubilación, lo primero que le acarrea son gastos, ya que los contribuyentes empiezan a ahorrar y reducen impuestos, pero en ese momento todavía no se pagan pensiones de capitalización que puedan ayudar al sistema de reparto. Por el contrario, en el seguro de salud, cuando el Estado asume un gasto fiscal deduciendo las primas de seguro de Salud, “ese mismo año, ese mismo día, el contribuyente que toma la decisión de adquirir dicho seguro descarga el gasto público sanitario, porque nadie se compra un seguro de salud para no usarlo”.
La presidenta de Unespa también recordó que el seguro privado de Salud está desempeñando un papel fundamental para el Sistema Nacional de Salud, al moderar significativamente la demanda de prestaciones sanitarias, mejorando sus tiempos de respuesta y ahorrando gasto público y que las empresas que se dedican a este ramo son fundamentales para el mantenimiento del sector sanitario privado, que cuenta con más de 460 hospitales y con 52.000 camas, además de un gran número de centros de asistencia primaria y servicios especializados. Por otra parte, es un sector que desde el punto de vista del empleo, es esencial para los profesionales del ramo ya que se calcula que cuenta con 56.000 médicos y otros 170.000 profesionales sanitarios.