Existen muchas clases de pieles y no todas absorben los rayos del sol de la misma forma. Por ello, debemos escoger la crema solar adecuada para nuestro tipo de piel y utilizarla de acuerdo a la exposición solar a la que nos vamos a someter.
Un error que todos cometemos, es que únicamente usamos los protectores solares en verano, cuando vamos a la playa o de vacaciones. En realidad, siempre es posible que estemos expuestos al sol en algún momento del día, incluso en los meses más fríos.
En primavera, el índice UV se incrementa considerablemente, por lo que debemos ser especialmente cuidadosos con la protección de nuestra piel.
¿Cuándo debemos ponernos protección solar?
En el rostro y en las manos, lo ideal es realizar una aplicación de protector solar por la mañana, antes de salir de casa y repetir a lo largo del día. Esta rutina debemos mantenerla siempre, sin importar si es invierno o verano e incluso en días nublados.
Si al llegar el calor, utilizamos prendas con mangas cortas, faldas o pantalones cortos, debemos también aplicar el protector solar en los brazos, hombros y piernas. Aunque nuestra piel sea morena, no está exenta de sufrir los daños provocados por los rayos solares.
Los rayos UVA y UVB permanecen en la piel a largo plazo y esto puede tener consecuencias con respecto a nuestra salud. Utilizar el protector solar nos ayuda a:
- Prevenir el cáncer de piel
- Evitar el envejecimiento de la piel
- Impedir nos salgan manchas en la piel
¿Qué protector debemos utilizar?
La recomendación ideal para estar realmente protegidos de esta radiación, es utilizar en el cuerpo un factor mayor de 15 FPS y en el rostro, mayor de 30 FPS. Sin embargo, es recomendable consultar al dermatólogo para asegurarnos cuál es el factor de protección indicado para nuestro tipo de piel.
Otro aspecto a tener en cuenta, es que el protector debe ser resistente al agua. Esto no significa que
Debemos tener en cuenta que todos tenemos zonas de nuestro cuerpo más sensibles que otras a las radiaciones solares y debemos protegerlas más, como los hombros, la cara, el pecho, las orejas y la nuca.
¿Bronceador o protector?
Es un error pensar que el bronceador nos protege cuando estamos expuestos al sol. El efecto es el mismo que el de los aceites solares. Lo que realmente genera es que los rayos se concentren en nuestra piel y la radiación sea mayor.
Por lo tanto, si deseamos tener una piel bonita, joven y saludable por muchos años, debemos utilizar siempre protector solar.
¿Qué debemos tener en cuenta?
Estos son algunos consejos que debemos tener en cuenta antes de exponernos al sol:
- No exponernos al sol sin protección solar.
- Intentar que este sea resistente al agua.
- Beber mucha agua para estar en todo momento hidratados.
- Usar crema solar aunque no estemos expuesto directamente al sol.